La energía renovable lucha directamente contra el cambio climático
Con la emisión de dióxido de carbono, y otros gases que contribuyen a un «efecto invernadero», estamos acelerando el cambio climático.
Las temperaturas del planeta están subiendo y eso crea desequilibrios importantes. Desde sequías hasta deshielo, pasando por extinción de especies y fenómenos meteorológicos cada vez más radicales. El cambio climático es un riesgo para los ecosistemas del planeta.
Gran parte de la emisión de los gases que contribuyen al calentamiento global, como el CO2, proviene de la generación de energía
Por ejemplo, en países como Estados Unidos, prácticamente un tercio de las emisiones provienen del sector de la electricidad. Y la mayoría de ellas se generan por el uso de combustibles fósiles no renovables (como carbón o gas).
Aquí vemos claramente por qué es importante la energía renovable: Su uso reduce enormemente las emisiones de CO2 y otros gases que contribuyen al cambio climático.
Por ejemplo, en 1999 se calculó cuánto CO2 producía la generación de electricidad por energía solar, teniendo en cuenta las emisiones de tres países. El resultado fue de apenas 50 gramos por Kilowatio / hora producido.
Comparado con los 975 gramos por Kilowatio / hora emitidos por el uso de carbón, es prácticamente nada.
Lo más interesante de esto es que, actualmente, los paneles solares son mucho más eficientes en la generación de electricidad que en el 99. De hecho, incluso calculando la emisión de CO2 para incluir también la fabricación o instalación de dichos paneles, sigue siendo mínima en comparación.
Lo mismo sucede con otras fuentes de energía renovable, como la eólica. El impacto en cuanto a emisiones de gas que provocan el cambio climático es insignificante.
Eso contribuye a no alterar el equilibrio de los ecosistemas del planeta.